This is the end - my old best friend, the end -

Y así es como después de aproximadamente 10 años de cine; y unos 12 de libros en España, se acaba la saga de Harry Potter.

Cualquiera que me conozca sabe que fui una fan radical de Harry Potter antes de conocer el mundillo literario y que hay mejores metáforas que "blanco como la nieve"; y la verdad es que no me arrepiento de haber sido fan de una de las mejores sagas que ha habido en nuestra generación, comparando con americanadas que duran hasta nuestros días.

Yo conocí los libros de Harry Potter en un Vips, a la salida de ver Tarzán. Una amiga de mis padres con la que íbamos se empeñó en regalármelo; y todas las noches lo leía con mi madre. Hasta que me enganchó tanto que me lo llevé a mi habitación y lo terminé en una semana. Con 8 años lo raro hubiera sido que no me flipara un libro sobre un colegio de magos con un niño pringao y desvalido de protagonista que pasa a ser un mago también desvalido y pringao pero con más amigos y profes más guays (y todos sabeis que me desvivo por los chicos pringaos y desvalidos, sí mi amor, va por ti).

Luego salieron las pelis y pusieron a un chico con aspecto de pringao y desvalido; pero encima con las mismas gafas de Manolito Gafotas y ahí ya me enamoré.

Me gusta Harry Potter porque no trata de conseguir un novio guapo o vencer al mal porque tú molas un montón. Se trata de un niño débil y enfermizo que por mala suerte (podría haberle tocado a Neville Longbottom su calvario) se convierte en el Elegido. Y en vez de prepararle toda su vida y agasajarle, vive debajo de la alacena durante sus primeros once años. Que luego te explican por qué, pero el caso es que de elegido, salvo cuatro chorraditas (como azuzarle una serpiente a tu primo y tal) tiene poco de glamour vampírico.

Aún en Hogwarts, aún siendo el héroe del mundo mágico, Harry intenta no destacar, aunque le caigan todos los follones del mundo (hay que reconocer que muchas veces se los busca). Y al final necesita de la ayuda de todos para salir adelante. Porque en el primer libro, y no voy a más, la planta carnívora se le habría merendado de no ser por Hermione.


Harry crece, pero no madura, y algunos libros se hacen un tostón (veáse la Orden del Fénix y la adolescencia estúpida de Harry). Aún así, los libros siguen enganchando; la vida de Harry cada vez se complica más, va perdiendo a más seres queridos y el enfrentamiento final está cada vez más cerca.

 

Hasta que descubres el Guardián entre el Centeno y el pringadillo de gafas te resbala.

Pero después de ese paréntesis, cuando terminas tu adolescencia y maduras literariamente; puedes acercarte a Harry Potter sin pensar en bazofia literaria.

Realmente, Harry Potter no deja de ser a lo cutre una historia de superación y de aceptación del destino. De una forma estoica, Harry admite que le va a tocar enfrentarse al asesino de sus padres. Y probablemente esto sea una extracción más mía que de Jotaká; pero dada la oportunidad, si Voldemort se hubiera ido a una casa en el Amazonas criando serpientes, no creo que Harry hubiera ido a por él. Claro, que a no ser que Transformers se hubiera estrenado cuando él era un crío, no creo que puedas realizar un duelo contra alguien si tus padres mueren en un accidente de coche.

No hay ansias de venganza en él. No nos engañemos, ni de justicia. O al menos no lo saben expresar, pero parece más una aceptación estoica del destino. Sí, quiere destruirlo, pero sin ninguna causa. Que motivos hay, Voldemort poco a poco ha ido cargándose a todos sus seres queridos, pero yo lo que veo al final es un sentimiento de "alivio". No un perdón, ni alegría, ni nada, no, alivio, esto se acabó y yo he cumplido mi obligación. Ya puedo retomar mi vida.

Y es que es un patrón que se repite constantemente a lo largo de la serie; por ejemplo en el cuarto libro cuando le meten en un torneo que ni le va ni le viene. Sus aventuras en la mayoría de los casos, le vienen dadas. La escena de los fantasmas en la sexta película es un intento de "aparta de mí este caliz", pero acepta con total entereza que debe morir para que venga el bien. ¿Sacrificio? No, obligación.

Así que para mí, el sentido de los libros es aguantar estoicamente con el destino. Aceptar que a veces, toca perder, ver morir a los tuyos, igual que tienes la suerte de ser feliz. Mientras que los otros personajes se posicionan y cambian de bando; Harry ni siquiera se plantea su papel protagonista. Él debe de tirar mecha pa'lante y creo que por eso se decepcionan tanto todos en un momento de la 7º película. 

Ahora, haciendo crítica literaria de la película (o sea, SPOILERS), me parece que es como pillar una película empezada y decidir sentarte a verla. Sé que hay parte 1, pero me pareció muy coñazo en el libro y omití el ir a verla, que el cine de sala está caro y el de culto mucho más barato. El caso es que supongo que empezaría en el punto medio, buscando como no, un horrocrux. Harry y Ron tienen una barba británica horrible, a Hermione se le nota que lleva un par de años modelando para Burberrys. 

Como es una película a medias, la estructura de comienzo, nudo y desenlace la dejan a la mitad. Supongo que por la extensión sería una película en cinco actos; pero como no sé ningún ejemplo pues no lo afirmo. La historia del banco de Gringotts es divertida, bastante espectacular, pero se queda ahí. Salvando a Hermione luciendo escote y a la cara de loca de Helena Bonham Carter fingiendo que es Hermione fingiendo que es Bellatrix Lestrange.

Luego, si no recuerdo mal, pelea. Pelea, pelea y pelea. Muy impresionante, espectacular la escena en la que McGonnagal manda a las figuras de guerreros a pelear por su escuela (aunque se la carguen con el comentario de profesora de secundaria), pero de trama nada. Ahí va cayendo la gente y no hay un sólo momento de duelo.

Todo es muy atropellado también, tan pronto andan buscando una diadema, como salvando a Draco, como Ron y Hermione se besan. Todo muy en el fragor de la batalla, pero al final parece que Voldemort ha lanzado un Cruciatos reguleras y andan todos oligofrénicos perdidos. Y el epílogo da un tufillo a cutre final.

Salvando eso, ha sido un final digno. Una batalla épica donde Harry Potter cumple con su parte, ese sacrificio que le acompaña durante toda su vida se hace patente y acaba llevando a la destrucción de todo mal. Algo así como una muerte y resurrección de manual. Los de la antigua orden luchando con voluntad, en ese templo que es Hogwarts de la sabiduría y el conocimiento puro en contra de la desvirtuación que supone tanto el Ministerio de Magia como la vida mortífaga. Y ese final que depende tanto de Harry como del resto de sus colegas; es el enfrentamiento entre Harry y Voldemort, pero la batalla supone proteger Hogwarts.

Lo mejor: la desintegración de Voldemort en esos fragmentos; raya en la cursilería pero consigue no caer del todo.

Lo mediocre: la tensión se consigue por la batalla. Ahí no hay un duelo ni un lamento. Es más importante sacar a Albus Severus Potter; aunque claro, si el sentido de la película no es la lucha contra el mal sino el de matar a Voldemort es como hacer un examen de anatomía de miembros, se entiende que saquen a Harry el cuarentón viendo como su hijo se va a Hogwarts sin que le esperen todos sus calvarios.

Lo peor: el doblaje de Voldemort. Tiene un ligero parecido a Cara Sepia

Así que, con todo el dolor de mi corazón, me despido Harry. Me quedan muy buenos recuerdos de esperar que me trajeras mi carta de Hogwarts en tu Saeta de Fuego, de ir a ver tus películas gritando de la emoción y de devorar tus libros en cuatro días de la emoción. Ya no me interesa el mundo mágico, como entenderás, ahora me va el existencialismo más oscuro, pero ha sido un placer haberte conocido.

Espero que te vaya bien en el lugar en el que te quedes Harry.