Año y medio con la adolescencia aparcada y de pronto me encuentro como Holden Caufield en medio de ninguna parte.
En un momento de iluminación fiebre-frío, he sido Holden Caufield. Sólo en ese momento. Daban para hoy 16º, a 7º en ayunas y naúseas, he sido Holden Caufield.
No he tomado la mejor decisión esta mañana, porque no la tomé ayer, ni pasado, ni la he tomado en lo que llevo de año. El miércoles pre-navideño desesperado, una huida hacia delante que como cualquier huida, no lleva a ninguna parte. Una concatenación de mentiras, y evasivas, y promesas y quejas. Quejas, quejas, muchas quejas. Supongo que no se huye hacia algún lado, sino de algo. La putada es que huir del presente es una carrera de fondo. Si te caes,te levantas en el pasado. Y vuelves a huir.
No quiero ser Holden Caufield por un minuto más. Esta tarde, debería ir al Retiro a decirles a los patos que me retiro de esa lucha temporalmente, pero he tomado una decisión.
Adiós, Holden. Fue divertido ser tú.
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