sábado, 18 de febrero de 2012

10 cosas que no me gustan de The Walking Dead (II)

Hace años traduje un artículo de LitReactor (página que os recomiendo encarecidamente) sobre The Walking Dead. La nueva temporada se estrena en América el día 19 de este mes. No veré ningún capítulo hasta marzo porque:

a) Megavideo is dead.
b) Tengo exámenes y aprovecho el tiempo de fuera de la biblioteca en ordenar apuntes y bajarme canciones que luego no meto en ningún reproductor
c) Si me estreso sueño con zombies, y no me apetece tener material nuevo. Mi teoría es que mi cuerpo necesita hacer ejercicio en sueños. Pero entre eso y mi parálisis del sueño le pueden dar por saco a la fase REM



Así que aquí va lo que me molesta de esta serie:


10. Justificación de causas científicas

Empiezo por aquí porque me parece lo más sencillo de explicar.

¿Por qué en todas las series, películas, anuncios de televisión, crucigramas... se explica el origen zombie?

No hay una justificación científica posible. En serio. Puedes justificar, como hace Palahniuk en Rant una epideia de rabia. Pero no puedes justificar que un ser en estado de putrefacción, sin sistema sanguíneo ni latido cardiaco se mueva y corra. No puedes justificar que dé respuesta en un electrocardiograma. Ni virus, bacterias ni ondas malvadas. No, no puedes, al menos con la ciencia actual.

Así que... no lo intentes.

Si Rick en vez de ser un policía de pueblucho fuera el nuevo Pasteur, la explicación (aunque tan científica como el Actimel) podría justificarse. Es un tío que trabaja con agentes infecciosos, va a querer investigar el fenómeno y habrá que decir algo. Pero por Dios, que en la América profunda hacen fiestas de varicela y prohíben explicar la teoría de la evolución. Que son una panda de aldeanos. Qué me estás contando.



9. Zombies, ¡es de zombies!
No hace falta que digas por qué existen... ¡lúcelos! Las grandes marchas zombies deben ser caras, ¡no hacen falta! Crea un ambiente que demuestre que la gente lucha por sobrevivir y dentro de esa lucha se animalizan o se humanizan. Pero que salgan zombies, zombies malos y hambrientos. Porque si no, me pongo Anatomía de Gray que ahí casca más gente.

8. El desarrollo de los personajes es increíble
¿Hola? ¿HOLA? La señora de la limpieza cuando entra a la sala de guionistas.

Tú eres el aldeano de vida simple del que hablábamos antes. Y de repente, una mañana te levantas. Levantas a tu hjo o te vas a trabajar directamente dándole un beso en la frente a tu  mujer, a tu simpático hijo preadolescente y a tu perro. Pones la radio en tu coche todoterreno o en la cocina con cortinas amarillas y encimeras de madera y escuchas un boletín informativo que habla de una epidemia extraña (¿rabia?) y recomiendan no salir de casa. De repente se declara el estado de emergencia. Te asomas por la ventana y ves a la gente deambular ensangrentada. Ves a alguien con los intestinos fuera, alguien con la pierna rota. No sabes dónde está tu hijo adorable ni tu pareja. Se están comiendo a tu perro.

Ahí tiene que haber una evolución, obviamente, porque eso de que se te  muera la familia no se lleva bien. Y sí, te animalizarás porque tendrás que volver a tus instintos. Pero a la vez, recuperarás un nuevo tipo de humanidad, en plan iluminación en la miseria.

Aquí, ¿qué hay? Un niño que se comporta como si los zombies fueran abusones, unas tías que sólo buscan zumbar, gente que no sabe empuñar una pistola y se emociona.... Luego se sorprenden si alguien se embaraza o le pegan un tiro.

En serio, venga, se nota que aquí los actores están pensando en sus cosas mientras que fingen estar en un mundo postapocalíptico.

7. Shane
En el cómic le matan, y cada vez lo entiendo mejor. No entiendo el afán de buscar el malo en una serie, ¡DE ZOMBIES! Vale, Shane es un capullo. Se beneficiaba a la mujer de su compañero, sí, y no le supo cubrir bien. Eso no te vuelve un asesino en potencia.

Puedes ser un hijo de tu madre y votar en contra de un rescate, o chantajear a la mujer de tu amigo, pero de ahí a trazar un asesinato a sangre fría... no, no. No me lo creo.

No entiendo la necesidad de poner a un ser malvado en el grupo que no lo era desde un principio (o al menos, no a este nivel). Me parece que es una treta absurda de los guionistas para poder abarcar al sector televisivo fan de Gran Hermano. Como lo de hacer que se rape el pelo.

By Alex: La gente siempre busca un "malo", un antagonista sencillo. Los zombies en esta serie pasan a un segundo plano, necesitan encontrar un antagonista. Y como la gente no entiende que en una película haya acción si no hay tiros, tampoco entiende un malo si no mata a alguien. Conclusión: a alguien le tenía que tocar ser la fuerza del mal (en una película de zombies) y le tocó a Shane.


La próxima semana más.

jueves, 16 de febrero de 2012

David & Goliath al estilo de la neurofisiología

Amigos médicos, corregidme si algo está mal. Se puede comentar en anónimo y recordarme cómo de grande va a ser mi suspenso en Neuroanatomía. 

La hipófisis, a.k.a glándula pituitaria, a.k.a. los huevecillos del cerebro, es una glándula vital para la supervivencia. Su función es regular la homeostasis, el crecimiento, el ciclo menstrual y la cantidad de líquido en el organismo, entre otras muchas.

La hipófisis está encajonada en el cráneo, entre los senos cavernosos. La única conexión que tiene con el encéfalo es por el pedúnculo hipofisario, el cual está detrás del quiasma óptico (por donde nos llega la información visual).

En la hipófisis es relativamente frecuente que haya pequeños tumores benignos asintomáticos, 20 de cada 100 personas. Sin embargo, algunos tumores sí crecen volviéndose sintomáticos.


La historia de David y el gigante Goliath finaliza con David acercándose por un lateral y lanzándole la piedra a Goliath.

¿Por qué Goliath no vio a David?

La teoría neurofisiológica es que Goliath tenía un tumor hipofisario. Este tumor le produjo el gigantismo. Como este tipo de tumores presionan sobre el nervio óptico, Goliath era incapaz de ver parte del campo visual. Así que David tenía fácil acercarse.

A mí las historias bíblicas me parecen eso, historias.

Pero no deja de ser curioso.

No me gustan las fotos de David & Goliath bíblicos, así que pongo una de la tienda.





lunes, 13 de febrero de 2012

The Sounds: entendemos lo mismo por Lady?




The Sounds dio un concierto este viernes en la Riviera. Yo les vi hace 3 años (ese 3 ahí duele) en el Palacio de Vistalegre, teloneando a Fall Out Boy. Fue una sorpresa total, les conocía desde hace bastante más y nunca me había imaginado que pudieran telonear a un grupo tan teen como FOB. El caso es que dieron un concierto bastante más decente que el del "me-creo-guay-por-regalaros-mi-caspa". Si hubiera tenido blog hace 3 años lo hubiera contado (blog, no fotolog).

Llegamos tarde, con los teloneros ya empezados. The Limousines.

Son muy majos.

Pero si no les has escuchado y llegas tarde no entiendes por qué tocan y tocan la misma canción.

Eso sí, tenían muchas fans.Y dijeron que eran de San Francisco.


Después Kids at the Bar. Es el primer concierto al que he ido en el que ponen un DJ, pero fue muy de agradecer. Una sorpresa muy agradable, en la línea de Zombie Kids, Bloody Beetrots... hizo bailable canciones bastante pokeras.



Por fin The Sounds.

Entraron de una forma poco triunfal para empezar con un "It's so easy", canción de apertura por excelencia para seguir calentando con un Dance with the Devil. Maja lleva un vestido negro ceñido a la cintura, y su inconfundible pelo a lo Blondie. De repente arrancan con un Queen of Apology y la Riviera se volvió una clase de pilates.

El concierto se mantuvo con The No No Song, Dance with me y Hurt You. En esos momentos te arrepientes de que toda su discografía sea darte energía para tirarte a quién no debes o mandar a bastante gente a la mierda. Luego vino Better off Dead y dejas de plantearte la luxación de rodilla.

Marja tiene tablas de conciertos de adolescentes con FOB; intenta animar al público, pide palmas constantemente, sonríe y pega saltos con el micrófono. Lo que no es tan adolescente (o a lo mejor más de lo que yo me creo) es salir al escenario con un cigarro, abrirse de piernas y tocarle la guitarra al cantante con la lengua (la guitarra Les Paul, la guitarra). Un estilo rebelde y juguetón, no sé hasta qué punto besarse las marcas en sus antebrazos es una pose. Aún así, su voz pierde en directo. Pero es difícil mantener la voz dando brincos.

Por cierto, negras sin costuras. Sus bragas.

La única bailada fue Night after Night, entonada a coro con el públigo. Después vino una serie de hits clásicos de sus diferentes discos, Painted by Numbers, No one sleeps when I'm awake... LIVING IN AMERICA! ¡Les conocí con esta canción cuando estaba en la ESO! Me parece un detalle muy bonito hacia sus fans, la verdad. Tocaron un tercio de canciones nuevas, el resto antiguas, lo que es una pasada. Entiendo que The Horrors tocaran la mitad del nuevo disco y que Muse habiendo venido 9 meses antes a Madrid también, pero odio esos conciertos en los que parece una promo en directo de sus nuevas canciones (¿por qué vuelvo a acordarme de FOB?).  Sigue un Yeah Yeah que también suena a hit.



The Sounds dejaron muy claro que siguen en su línea, pero también hay que añadir aquí que el nuevo disco no dice nada más. Todos sabemos que Maja es una tía buenorra y liberal y que se la suda lo que diga la gente.

Y tampoco es el más brillante de su carrera.

Antes del bis cantaron Ego, Dorchester Hotel, el cumpleaños feliz en sueco y Maja se puso unas gafas y se tiró al público cual Cristo de Medinaceli. Volvieron a los 10 minutos del encore después de que gritáramos Tony the Beat.

Cerraron con Hope your happy now (no me parece una canción muy de cierre salvo por el título).



Nuestro balance del concierto fue:
- Una camiseta con el logotipo clásico de The Sounds para mí (las caras)
- Una camiseta de The Limousines para Álex firmada por The Limousines
- Un CD de Kids at the Bar with DNA on it, como nos dijo el DJ después de que el batera de The Limousines intentara abrirlo con los dientes
- Una invitación a la fiesta Charada que tuve que denegar amablemente para irme a estudiar el mesencéfalo


Un concierto muuuuuuuy recomendable para recuperar una época más adolescente.


martes, 7 de febrero de 2012

Lana del Rey: prometías

La primera vez que escuché a Lana del Rey fue en la NME. Aunque escuchar la NME cada dos semanas sea como comer grajeas de sabores; un batiburrillo de distintos sabores con regusto indie, me llamó la atención. Luego la cafetería de mi facultad apareció empapelada de carteles con una chica rubia y camisa blanca, en el tono de cielo azul falso de disco actual; y antes de que hubiera puesto la L en el Spotify me salió un macrobanner con la misma chica con labios como tubos de plástico.



La primera escucha impacta. La voz de Lizzie Grant es melancólica y quebrada, lubricada con una copa a escondidas y un cigarro a medias. Es una voz que constantemente recuerda y constantemente teme al futuro, una voz que lleva mucho tiempo pidiendo perdón. La música acompasa la voz, volviéndose también nostálgica, impidiendo avanzar y salir del bucle (es de esos discos en los que no te das cuenta de cuándo saltas de canción, creedme). Son canciones con luz en morado y azul, con plantas verdes brillantes y cielos azules de CD, con vestidos blancos de flores rojas con el toque años 50 que lleva tanto ella como el ritmo que la acompasa. No soy capaz de ponerle nombre, pero igual que el toque quebrado de su voz su música tiene un aspecto onírico, totalmente desfamiliarizante.

Hasta ahí todo bien.

A la segunda escucha, empieza a ser algo cargante. Las letras empiezan a mostrarse más en profundidad, y te das cuenta que en vez del último verano antes de la pubertad en el que le gustaste a un chico, en vez de esos secretos de juventud de tu madre que empiezan a filtrarse, en vez de ese futuro que poco a poco deshechas... te cuenta la historia de su noviete.

De reinas de la belleza. De las Cheetah Girls.

No vale, de esas no, pero está a punto.

Repite high heels y beauty queen un par de veces por canción. Y el ritmo no habla para nada de reinas de la belleza. En su videoclip de Born to Die sale el equivalente al cantante en la cárcel de Escape the Fate. ¿Qué me estás contando? Hundes toda su carga musical para contarnos High School Musical en versión para mayores de 13. Porque eso no es real, son letras "bonitas" y fantásticas que no transmiten nada. Lizzie Grant dice que las letras significan mucho para ella, ¿tu mayor aspiración hace 7 años era tener un embarazo adolescente en tu fiesta de graduación? Me recuerda a la gente que rima habitación con felación.

Yo no me voy a meter en polémicas de si es una actriz cantante de una discográfica o no. Desde luego, si es verdad que las letras las ha escrito ella me lo creo. Es una música que intenta aspirar a la profundidad, pero se queda en qué escuchar cuando estudias neuro.


Soy algo más visual...

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