jueves, 28 de julio de 2011

Kidz

Hay cosas que siempre he tenido claras.

Vivir fuera un tiempo.

Si tengo la pareja adecuada, o si sigo con ella, embarazarme. Tener hijos.

Comprar una casa grande y bonita; nada de feudos prefabricados.

Trabajar de doctora.

Desde el presente, siempre parece que todo va a salir bien porque tu forma de hacer las cosas es la mejor. Alguna dificultad, pero nada que no se supere en hora y media (mierda de formato hollywoodiense); vas a elegir el mejor trabajo en el que te van a contratar enseguida, tus hijos van a ser inteligentes y modositos, encontrarás el piso perfecto, vencerás a la fuerza de la gravedad y tu vida será modesta, pero plena.

También hace tres años, creía que tendría un novio pijales, sería lo que la Madre Superiora llama "una zorra anoréxica", la moda no implicaría ir desarrapada por la calle, los locales cool serían el triple de cool y medicina más fácil que bachillerato.

Y afortunadamente, nada de eso ha salido como yo quería hace tres años.

Hoy ha salido el tema y aún no sé muy bien por qué. A veces la necesidad de sincerarse se impone a cualquier momento y lugar; ya ves tú, un día estúpido después de mirar juegos para la XBox y sujeta-tetas (¿qué otro nombre le das a ese cacho-tela que hace que los pezones se te incrustren en los bronquios?) alguien se ha abierto. No me equivoco si digo que por segunda o tercera vez.


Y me da miedo no darme cuenta si pasa algo parecido. No sólo con unos hijos futuribles, sino ahora. ¿Cómo enseñas a alguien que eso se tiene que contar? ¿Se puede superar esa vergüenza mortal? Para mi carácter siempre ha sido obvio, "si pasa se cuenta y se busca ayuda", pero para otros no lo tengo tan claro. En todas las familias fluctúan diferentes valores, y es la propia personalidad inherente del individuo lo que hace que se quede con algunos. ¿Por qué algunos eligen el orgullo y la vergüenza? ¿Por qué?

Aún así, prefiero a uno del bando oprimido al opresor, el oprimido es pasivo y en cualquier otro lugar puede ser normal, el opresor siempre va a oprimir. Para que luego todo termine en un baño de sangre Tarantiniano.  Y no tiene un jodido sentido sufrir así. No tiene un jodido sentido amargarse para hacer un Kill Bill de barrio.



En fin, muchas gracias a dos personitas muy especiales por ser fuertes hoy.

Una de ellas ha volado de "party animal" a "sleeping lioness".

La otra, la otra sigue siendo tan especial como el primer día.


Dejo un vídeo tan buenrollero porque todos sabemos que no todo han sido malos momentos.

Contrólate
Toma sólo lo que necesitas de mí
Una familia de árboles creciendo, esperando a ser encantados

2 comentarios:

  1. Wow, qué sorpresa!

    Esta entrada es sosísima, pero está basada en vivencias muy personales de Genshi y Álex... te puedes suponer sobre qué =)

    Le echaré un ojo a tus blog, un besote!

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Soy algo más visual...

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